Médicos en Italia saturados por una burocracia que no tiene recompensa

A medida que ha ido avanzando la emergencia sanitaria provocada por la pandemia, los médicos de cabecera, como operadores de primera línea, han tenido que actuar de acuerdo con protocolos destinados, por un lado, a mejorar la eficacia de los servicios sanitarios y, por otro, a vigilar la propagación del SARS-CoV-2 y sus variantes.

Entre las funciones de los médicos de cabecera, que trabajan contratados por las Autoridades Sanitarias Provinciales (ASP), se incluye ahora la llamada actividad de vigilancia de la salud, que, aunque pretende realizar amplios controles por iniciativa de los médicos de fácil y directa disponibilidad, acaba cargando su trabajo con trámites burocráticos que poco tienen que ver con la actividad asistencial y, además, no son remunerados.

En otras palabras, en Italia, el médico de cabecera, también conocido como médico de familia, está obligado a notificar a la ASP correspondiente a un paciente que sea positivo al SARS-CoV-2, rellenando formularios en los que se indiquen los datos del paciente y sus condiciones positivas. Por otro lado, una vez recibido el informe, la ASP emite a su vez una orden de aislamiento domiciliario obligatorio, dirigida al sujeto positivo y que contiene la indicación y la firma del médico de cabecera que realizó el informe.

Lo mismo ocurre con la emisión de la orden de finalización del aislamiento; de hecho, la mencionada actividad de vigilancia no se detiene con la mera comunicación de un resultado positivo, ya que el médico de cabecera tiene que soportar las mismas cargas -elaborar un formulario para cada paciente que debe enviarse a la ASP- en caso de recuperación del paciente previamente comunicado.

En efecto, tal estructura burocrática termina por sobrecargar las ya delicadas y complejas tareas de los médicos de cabecera, quienes, a pesar del inexorable aumento del número de servicios prestados como consecuencia de la actual emergencia sanitaria, se encuentran con la carga de realizar una actividad puramente burocrática, que, además, no tiene remuneración.

En relación con los hechos anteriores, el departamento de litigio civil y administrativo de Giambrone&Partners ha recibido instrucciones para tomar cualquier iniciativa legal y/o judicial, con el fin de proporcionar la debida protección a todos aquellos médicos que se han dirigido a nuestros profesionales para el reconocimiento de esos derechos, que han sido hasta ahora ignorados.

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