El delito de phishing: robo de identidad y de datos financieros.

El phishing es un tipo de estafa, realizada a través de Internet, mediante la cual numerosas personas malintencionadas intentan engañar a la víctima para que facilite información personal, datos financieros o claves de acceso, haciéndose pasar por una entidad de confianza en una comunicación digital.

En los tiempos actuales, el uso de herramientas informáticas y digitales se ha hecho necesario, si no imprescindible, para la vida de todos nosotros. Sin embargo, además del uso para fines lícitos, como el aprendizaje o el ejercicio de la profesión, se ha convertido en una herramienta y, con el tiempo, en una auténtica fuente de ingresos para los defraudadores "profesionales". Estos últimos, en no pocas ocasiones, parecen aprovecharse de sus conocimientos personales y, al mismo tiempo, de la inexperiencia de sus víctimas, para perpetrar, entre otros, el llamado delito de phishing.

El citado delito, ya introducido por la Ley 119 de 2013, se encuadra en lo dispuesto en el párrafo tercero del artículo 640 - ter del Código Penal, que regula el fraude informático, pero se caracteriza por un quid pluris respecto de la simple manipulación o alteración de un sistema informático o telemático. En efecto, hay que tener en cuenta que estos estafadores, además de tener como objetivo apropiarse de los datos financieros del usuario, como el número de su tarjeta de crédito o la contraseña de su cuenta, pretenden precisamente robarle su identidad intentando persuadirle para extorsionarle con falsos pretextos. Incluso la forma en que se lleva a cabo el delito en cuestión parece reflejar cierta "habilidad" por parte de los autores de este diseño delictivo, ya que el phishing se realiza generalmente mediante el envío de una serie de correos electrónicos que aparentemente proceden de sitios web conocidos, como, por citar un ejemplo recurrente, el sitio web del propio banco. Y es precisamente porque los usuarios consideran que estos correos electrónicos son dignos de confianza por lo que, con demasiada frecuencia, responden facilitando la información personal solicitada. Así pues, a raíz del advenimiento y perpetuación de la situación de emergencia sanitaria Covid - 19, se observa que, en el transcurso del año en curso, ha surgido una verdadera tendencia de estafas decididamente innovadoras que abarcan a los más variados usuarios. Quienes buscan constantemente una perspectiva de obtener beneficios se sienten a menudo atraídos por el mundo del comercio en línea, dentro del cual se cartean con autodenominados gestores de cuentas, y acaban invirtiendo en criptodivisas o incluso desencadenando una actitud de "ludopatía". 

 Otros, en cambio, son cuidadosamente elegidos en función de sus circunstancias personales, familiares o incluso económicas mediante conductas definidas como "spear phishing". En este sentido, no cabe duda de que hay más probabilidades de éxito. Es lo que está ocurriendo con el llamado "vishing", por el que los estafadores más variados, aprovechándose de personas mayores o poco habituadas a utilizar dispositivos informáticos, son "cazados" por llamadas telefónicas y no por correo electrónico. El establecimiento de un enlace telefónico consigue sin duda tranquilizar al segmento de usuarios que, por otra parte, desconfían del mundo de Internet. Los vínculos que pueden surgir a veces no sólo pretenden establecer una relación de confianza, sino que pueden ir más allá. Con la llamada "tortura sexual", el ciberdelincuente pide a la víctima que pague un rescate para no publicar imágenes y vídeos de sus prácticas sexuales (aunque el supuesto material a difundir no exista realmente). La conducta delictiva en cuestión puede tender a establecer una relación continuada, por la que las exigencias de dinero de los estafadores son inicialmente bajas y luego aumentan gradualmente, o bien, como en el caso de la conducta de "caza de ballenas", pretenden obtener acceso a información confidencial de importante valor económico y comercial perteneciente, como es lógico, a altos ejecutivos de empresas u otros exponentes de la industria o las finanzas. Más allá del tipo de conducta en cuestión, es innegable que la situación de emergencia sanitaria Covid - 19 ha dejado una estela de miedo mezclada con falta de certidumbre. A menudo, estos estafadores experimentados, al apelar a tales estados sentimentales, inducen a la gente a creerles mediante el envío de correos electrónicos de phishing que incluso se dirigen a beneficiarios financieros o contribuciones benéficas. Ser víctima de phishing no constituye ni culpabilidad ni vergüenza.

 Por ejemplo, se podría intentar frenar este tipo de ataques buscando errores tipográficos o anomalías en los correos electrónicos que se reciben. Sin embargo, el medio de defensa más consistente, en caso de que uno llegue a sospecharlo, es sin duda consultar con abogados competentes en la materia, para evitar que sigan produciéndose consecuencias imprevisibles y perjudiciales. En la actualidad, el bufete internacional Giambrone & Partners se encuentra a la vanguardia en el ámbito altamente especializado de los litigios sobre divisas, gracias a la actividad de abogados especializados en la materia y capaces de asesorar a clientes de todo el mundo que desean recuperar inversiones perdidas por fraudes y engaños. Esto demuestra cómo, en tales casos, es importante enriquecer los conocimientos relacionados con nuestro sistema penal con habilidades transaccionales, con las que los abogados del bufete Giambrone & Partners, tanto en Europa como fuera de ella, están ciertamente equipados.

Dra. Rossella Cracchiolo

Abogado en prácticas

Giambrone & Partners es un bufete de abogados internacional con oficinas en Barcelona, Munich, Londres, Milán, Roma, Gran Canaria, Tunez,  Palermo, Porto, Napoli y Sassari.  Para cualquier información o asesoramiento sobre su caso particular, póngase en contacto con nosotros en los siguientes números de teléfono:

Oficina de Barcelona: +34 932 201 627

Oficina de Madrid+34 911 383 045

Oficina de Milano: +39 02 9475 4184

Oficina de Roma: +39 06326498

Oficina de Palermo: +39091743 4778

Oficina de Sassari: +39 0799220012

Oficina de Lyon:  +33481061385

O bien en el correo electrónico: info@giambronelaw.com